Se trata de una ilusión óptica a través de la cual los objetos de tres dimensiones pueden reproducirse en una superficie de apenas dos dimensiones. Hay un elemento totalmente indispensable para crear la perspectiva: el horizonte.
Así pues, antes de hacer una fotografía, deberemos determinar dónde queremos ese horizonte. Puede ser, incluso, que no aparezca en la fotografía pero deberemos ser conscientes de dónde está para poder dirigir correctamente los elementos que nos generarán la perspectiva.
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